En la vereda del sol...

Desde hace ya 17 años, casi la mitad de mi vida, la gente me conoce por un apodo. Este apodo, que no és el que uso para firmar el blog, surgió por repetir una broma que hacia un compañero de la facultad y el hecho es, que la gente que he conocido en este tiempo, ademas de conocerme por el apodo, conoce solo una parte de mi.

Este apodo representa una visión sesgada, la de un tipo que solo se mostraba en los aspectos que dominaba profusamente, para no mostrar debilidades y para no afrontar los conflictos. Tambien representa un lugar donde me escondí de sentir, de vivir y de las dudas, lugar que se empezo a construir primero en mi cabeza y luego en mi cuerpo.

Hoy que las paredes de ese lugar se han caido, me he puesto en la tarea de recuperar mi nombre, porque como hace mas de 17 años, dudo, siento y vivo.

Mientras escribo este post, escucho a Serú Girán, banda que gracias a mi hermano, casi 11 años mayor que yo, fue la banda de sonido de mi niñez. Hoy esas canciones que escuchaba de niño preadolescente, al tener mas o menos la misma edad que tenian los autores cuando las compusieron, han tomado un significado muy especial, por eso estoy utilizando los nombres de los temas como titulos de mis últimos posts.