martes, 29 de marzo de 2011

El mejor plan del mundo, o Mostruo en Ciudad Vieja el 25/3/2011

Soy insistente y decididamente me convierto en hincha pelotas, simplemente porque no dejo de recomendarlos, quizá porque empecé de muy chico a escuchar rock, y como dije en el post sobre el nuevo disco de The Strokes, los finales de los 60 y principios de los 70 son mi época musical favorita, quizá solo porque son y no pretenden ser o también porque me tiene cansado el rock chabón.

El viernes pasado, fui por enésima vez en los últimos dos años a ver a Mostruo!, la banda en cuestión, a Ciudad Vieja. Por ahí atrás y ante el sonido de los primeros acordes, uno gritó ‘Vamos la aplanadora platense!’, frase que a la postre sería completamente acertada.

En un largo set de 25 temas, Mostruo! desplegó su clásica artillería de rock, complementada con funk, soul y algo de punk de forma poderosa y contundente, sonaron fuerte, claros y virtuosos. Recorriendo temas de sus dos discos y el EP, más un puñado de su prometedora nueva producción, Perfecto, que estará en la calle en un mes, estos muchachotes se dan el lujo de tener dos vocalistas, Kubilai Medina, devenido por su registro vocal en una especie de padrino del soul (hasta le pusieron la capa cual James Brown) y Lucas Finocchi con una voz más cercana al blues, que por si fuera poco, es un virtuoso y completo guitarrista capaz de sonar como Hendrix, Pappo, Ace Frehley o Jimmy Nolen a su antojo. Con una base rítmica que suena como si se conocieran de toda la vida, porque de hecho lo es, conformada por los hermanos Mutinelli, Federico sólido bajista y Luciano lúcido y preciso baterista, que completa haciendo coros y por si hiciera falta, esta demostración rockera.

Clásicos de la banda como Tu poder, La burguesía, Tu culpa, El control, el infaltable Tu sabes algo (cover de Sure know something de Kiss), Esta noche, Dénselo, El rey de las bambalinas, un remontado El universo, mientras el Kubo afinaba su otra viola después de cortar una cuerda, los nuevos El más allá, Feria Hippie, Las cosas que fueron antes, fueron algunos de los temas que llevaron a que, El mejor plan del mundo fuera cerrar a todo volumen con Ese oso una arrolladora fiesta rockera.

No pretenden, son, se divierten, entretienen, suenan de puta madre (olvidé mencionar al Cana San Martin en perillas aportando su genialidad), que más se puede pedir.
Larga vida al rock’n’roll!

jueves, 24 de marzo de 2011

Canciones (no aptas) para pelotudos conscientes y enamorados...

La ciudad de La Plata es, sin duda, la capital del rock independiente y/o autogestionado, hecho que no garantiza calidad, pero si cantidad y variedad de estilos. En una época donde la originalidad parece haberse puesto en kilométricos nombres (El mató a un policía motorizado, Miro y su fabulosa orquesta de juguete o El pulpo negro y los Atlantes), aparece una banda cuyo nombre es un apellido: Pérez. Quizá la idea del nombre tenga que ver con la búsqueda de intimidad en tiempos de sobre exposición (prueben buscarlos en google a ver qué tan rápido encuentran la banda), o tan solo con una de las tareas más difíciles, que es autodenominarse.

Pérez posee una formación clásica rock/pop, con la plusvalía de que varios de sus integrantes han recorrido el camino del jazz y en su único disco editado hasta ahora, despliegan un puñado de canciones elegantemente tristes, narradas desde ese antihéroe, que uno cree ser al sentirse el más pelotudo del mundo, en especial frente a la mujer que ama. Musicalmente logran desde la simpleza y su ajustado sonido, melodías maravillosas, que unidas a la desgarrada performance de su cantante, transitan con astucia y finura la mejor tradición del rock/pop inglés y me llevan a la referencia inevitable del Radiohead era Pablo Honey/The Bends.

Aquellos que hemos tenido la suerte de verlos en vivo, esperamos una pronta recuperación de su cantante, para poder seguir disfrutando de una de las mejores propuestas musicales que nos dio La Plata el pasado año.

Para facilitarles las tareas les dejo el link del disco (oportunamente por ellos publicado), su My Space y un algunos videos.

Actualización: Los muchachos vuelven a tocar, el 3 Junio en Pura Vida Bar, La Plata, aquí más detalles .





First impressions of Angles...

Para un grupo de aquellos que transitamos la adolescencia en los 80, cuyos pies no lograban despegarse del suelo, los finales de los 60 y principios de los 70 fue sin duda la época musical que hubiésemos querido vivir. Luego de los 90 signados por la gran esperanza blanca que fue el grunge, el nuevo milenio nos recibe con un revival del garage rock, o retro rock para los amigos. De este movimiento aparece The Strokes, una banda de chicos bien, habitantes de Nueva York, saturando nuestros oídos desde los primeros mp3 con su aclamado Is This It.

Luego de largo parate aparece Angles, un álbum que en su corte adelanto Under cover of darkness seduce y llena de esperanzas a sus más añejos fans con un sonido que remite a su opera prima. Hoy llega a mis oídos el disco completo, y como reza el título, mi primera impresión, es que junto con la década, cambió la década de sus influencias.

En un trabajo que en su conjunto, suena más alineado a Phrazes for the Young el disco solista de Julian Casablancas que a Is This It, el cantante ya no suena como un rockstar cuyo día amanece a las cinco de la tarde abrazado a dos supermodelos, sino más bien a alguien que llega al estudio de grabación a las 11am ingiriendo su batido proteico luego de su rutina matinal de gimnasia. Atrás quedaron la maravillosa intervención del mellotron de Ask Me Anything y los sobrecargados riffs de guitarra, dando paso a un sonido que tiene que ver más con The Cars, A-Ha o un Elvis Costello ochentoso, quedando para aquellos nostálgicos el mencionado Under cover of darkness y Metabolism un tema que bien podría haber sido parte de First Impressions of Earth.

Cambió la década y aquellos que sonaban a los 70 y que ciertos osados denominaron ‘Salvadores del rock’, hoy suenan ochentosos y que aquella banda que fuese la punta de lanza del retro rock, hoy quizá, luego de tantas bandas de esa década ‘autohomenajeadas', lanzando infundadas predicciones, encabece el revival del new wave.

Aca dejo el video de Under Cover of Darkness