domingo, 28 de noviembre de 2010

Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino...

Con los años, terapia mediante, he logrado amansar mis paranoias. A su vez, he incursionado en prácticas que han ayudado a la percepción, tanto propia como del entorno.

Esta tarde luego de cansarme de buscar un lugar donde estacionar por la costanera sur, decidí ir a caminar con rato por calle Florida. Casi llegando a la esquina con Lavalle, viniendo desde Corrientes, noto cierta presencia cerca mío, a lo que giro la cabeza hacia atrás, veo a una mujer de unos 30 años, acompañada de un muchacho de unos 18, y se genera este pequeño diálogo:

- Yo : ¿Qué me estas choreando?
- Mujer: ¡Ah, sos argentino!, pensé que eras gringo

Ahí diviso el cierre del bolsillo de la mochila abierto, la mujer extiende el brazo, abre su mano y veo mi viejo y querido IPod…

- Mujer : Saqué esto, toma

Tomo el IPod de su mano, palmeo su brazo, y con una sonrisa le digo:

- Todo bien

Ella sonríe, sonrisa que se extiende en complicidad hacia su cómplice, y desaparecen cual espectros entre la muchedumbre que transitaba por Lavalle.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Videillos sueltos...

...filmados por mí


Flopa Manza Minimal - Abrazo Impacto


Juan Ravioli - El mejor plan del mundo


Mostruo! - Esta Noche

miércoles, 28 de abril de 2010

No sé

¿ Será que no quiero ?
¿ Será que no se que hacer ?
¿ Será que no se donde buscar ?
¿ Será que encuentro donde no hay ?
¿ Será que tengo miedo ?
¿ Será que no puedo ?
¿ Será que espero demasiado ?
¿ Será que ya estoy grande ?
¿ Será que me resigné ?

Que se yo que mierda será, mientras tanto pasa el tiempo y nada pasa.

sábado, 3 de abril de 2010

La uña irreverente...

No me voy a hacer el superman, pero siempre tuve una buena tolerancia al dolor físico y durante muchos años tuve problemas con las uñas de mis pies, especialmente en los pulgares, las que se divertían de lo lindo encarnándose.

Durante ese tiempo recurrí a numerosos podólogos/as, los que me daban soluciones temporarias al problema, me decían que tenia las uñas del tipo herradura, y experimentaban con cortes al medio, tensores que se pegaban, como los de la nariz para no roncar, que evitaban el arqueo, y por ende que se clave la uña en la carne.

Podrido ya de vivir con la zona lastimada, decido ir a un cirujano para que las extirpe, cosa que hacen primero con la uña del pulgar derecho y dos meses después con la del izquierdo. Fueron momentos de tranquilidad hasta que la uña del derecho, cual Terminator 2, renace, cobra fuerza y se vuelve a clavar. Otra operación, otros meses de paz, pero la maldita uña volvió y volvió para encarnarse.

Cuando te duelen los pies, pisas mal, y si pisas mal, te termina doliendo todo el cuerpo.

Ese momento, me sentí condenado a sufrir de por vida, hasta que me di cuenta, que el problema no era la uña, sino la parte de mi dedo que le impedía crecer. Como la mayoría de los médicos, al menos todos los que conocía en ese momento, entienden solo de medicina, y no de las razones de una uña que quiere ser libre, decidí por mi cuenta liberar a la uña de su barrera, liberándome a mi de esa condena al dolor, así que, previa asepsia, bisturí en mano, procedo a crear ese camino a la redención. La escena no fue muy agradable, y luego de esta auto operación, intente desmayarme, en vano, solo para darle pompa a la situación.

Pasado el tiempo y las curaciones, mi uña llego a donde quería, y yo dejé de sufrir. Son feas y torcidas, no duelen y son libres.

En el camino a la libertad, a veces, para atravesar ciertos obstáculos que tenes enfrente, hay que cortar y hacer doler, a quienes uno quiere.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Hago lo que quiero y quiero lo que hago...

De vuelta por acá, pasaron más de 3 meses de mi último post, es la primera vez me vuelvo a sentar a escribir, y aunque se cruzaron unas cuantas ideas sobre las que explayarme, a la pereza se le sumo la falta de tiempo.
Entre la sarta de cosas que puse en mi último post, el hecho de haberme definido como un 'Dr. House' informático, incluye el hecho, debido a mi ego, de no poder asumir el rol de alumno, pudiendo extrapolar esta situación, no solo a cuestiones académicas/profesionales sino a todos los ordenes de la vida.
Luego de años de terapia, ha quedado en evidencia que dicho ego, no fue más que otro refugio, de los que de a poco voy saliendo, así que luego de reiteradas amenazas (?) volví a la facultad.
Decido a no ubicar las excusas donde no las hay, me guarde donde no da el sol, los pocos finales que tenia dados, cursados allá por principio de los 90, que por cambios de planes y facultad, iba a ser frustrante presentar las equivalencias, me anoté como cualquier puber que termina la secundaria parar cursar el ingreso. Cuestión es que a mediados de enero me pongo a estudiar las tres materias del curso a fin de dar una 'evaluación voluntaria' que me eximiría de la asistencia obligatoria, y dándome cuenta de cuan aletargado estaba mi cerebro con las matemáticas, decido cursarla, me presento a las otras dos, las cuales apruebo sin mas dificultad que él cagazo que me provocaba rendir un examen luego de mas de 15 años.
En medio de todo esto, entro en una crisis al mas puro estilo Shinji Ikari (nota freak del post), donde me cuestiono para que mierda uno (yo) hace las cosas, que por suerte esta vez, en lugar de detenerme, solo me puso en 'piloto automático', frase que respondí a mi psicóloga en respuesta a la pregunta sobre si estaba deprimido.
Ante semejante afirmación, no me quedó otra que retomar el control, y resolver, que lo que haga, lo debo hacer por mi, bien, mal, mas o menos, pero haciendo.
Terminado el ingreso, liquidé algunos fantasmas que me perseguían desde hace mucho tiempo, de los que quizá algún día escriba.
Hoy vengo de mi primer día de cursada 'oficial', en el que ya me topé con la estupidez burocrática, que me pone ante el dilema, por problemas compatibilidad horaria, de elegir entre seguir con terapia de grupo o cursar en la comisión donde, por haber rendido bien, puedo promocionar el final de la materia principal de primer año... veré en estos días como lo resuelvo.

En el último post del excelente blog de Blonda, escribió sobre las cuestiones a medias, y como se me acabo la inspiración para dejarle una buena respuesta, pongo este tema, perteneciente a la banda de sonido de Perros de la Calle, que siempre viene a mi cabeza cuando se habla de medias...



El nombre del post esta robado del disco homónimo de Franco Salvador (Baterista estable de Pez)

viernes, 8 de enero de 2010

The raw and the cooked...

Soy bueno bajo presión, soy expeditivo, resuelto, y logro quedar bien parado, luego de eso reviento por algún lado, llámese alguna peste por baja de defensas, o ataques de alergia, etc… pero acá el tema es como logro ese comportamiento, sin que medie un chumbo puesto en mi sien.
Ante la insistencia de que actualice el blog, no tuve mejor idea que revisar porque cuernos decidí abrir un blog, así que intentaré…

Hagamos historia: hombre, soltero de casi 37 años, viviendo en casa del viejo, que había pasado los últimos 15 años de su vida escondido en su cuerpo, para ser preciso, sufría de obesidad mórbida, y había llegado a pesar casi 200kg, y luego de 2 años de tratamiento y un par de operaciones, la última de ellas fallida, empezaba a asomar la cabeza.

Durante esos largos años, en los que falleció mi vieja, quizá el único referente en lo emocional que tuve en mi familia, largué la facultad, comí y me concentré en la única actividad en la que me sentía seguro que era mi profesión, y digo profesión porque durante mucho tiempo tuve un trabajo para el cual estaba sobrecalificado, entonces para poder seguir en carrera en esta profesión cambiante como la informática, dedicaba mi tiempo libre a investigar, hecho que hizo que me mantuviera vigente.

Convertido en una especie de Dr. House informático, no solo por mi pericia en los diagnósticos, sino además por tener una personalidad jodidamente sarcástica, fui un referente para un grupo de conocidos y amigos, a los que, y quizá para mantener mi ego reluciente, nunca dudé en brindarles mi ayuda. Cuestión es que uno de los pocos que son realmente amigos, copiaba cada mail en donde le respondía una consulta, a su jefe, por lo que la entrevista que me hizo para entrar a mi actual trabajo, fue casi una formalidad.

Instalado ya en mi nuevo trabajo, el cual además de tener el desafío de armar una estructura desde cero, y demostrarme, que si yo alguna vez me creí un Jimi Hendrix, tenía al lado, a Clapton, Stevie Ray Vaughan, Satriani y Vai, logra que todo el esfuerzo que ponía en las horas posteriores al trabajo, decaiga, y que luego de mucho tiempo, empezara a verme un poco.

Habiéndome visto por primera vez en mucho tiempo, se empieza a gestar el cambio.

En medio de esta revolución interna, empieza a trabajar conmigo, una flaca que conocí de mi época de estudiante, hembron despampanante en su momento, y una de las personas más inteligentes que conozco, con la que nunca habíamos tenido más que alguna que otra charla en los pasillos de la facu o en alguna fiesta. Ella, casada, seguía conservando buena parte de su atractivo, pero además comienzo a ver en ella un costado humano, gentil y comprometido, el cual desconocía.
Pasados unos meses, ella se separa, y empezamos a entablar una relación de amistad, que a pesar de los sabios consejos que me dieron, terminan conmigo enfermamente enamorado de ella.

De la angustia de creer, que era imposible que una mujer como ella me diera bola, de saber que no eran ni el lugar y ni el tiempo correctos, y la intuición de que pasada la idealización iban a aparecer cosas terribles, nació este blog.

Si llegaron a este punto, los felicito por la paciencia, este texto sale crudo, alejado de las formas elípticas de las que he hecho abuso, y expresa el camino de la aceptación que he empezado a transitar.

Como no puedo vivir sin música, va aquí un tema que me parte la cabeza, por lo breve de su letra y lo intenso de su música.