Puto balance, así se iba a llamar este post, pero entre las cosas que este año me dejó, especialmente gracias a viajar, estuvo el ser aún más amplio con las diferencias, de toda índole, incluyendo en ese comportamiento, el dejar de utilizar los adjetivos que identifican, como insulto.
Este año que empezó ahí arriba, con un viaje de un mes por la Patagonia, cambiando el auto, yéndome a vivir solo dejando por primera vez el hogar familiar, tuvo interesantes tropiezos, que me hicieron volver a viejas prácticas muy útiles para llenar vacios, y muy eficaces para lograr un aislamiento ‘social’.
Salir de este año, implica retomar viejos y aceptar nuevos compromisos, quizá el más grande, el de ser más visceral.
Como no puede faltar música, también durante este año, empecé a rondar la escena de rock platense, en donde además de locos fumados, nenas hippies (si, todavía existen!) , y berretada guarecida bajo el paraguas llamado ‘indie’, encontré grandes músicos , con producciones de calidad, de los que aquí, con un temazo de Mostruo!, les dejo una muestra.
Este año que empezó ahí arriba, con un viaje de un mes por la Patagonia, cambiando el auto, yéndome a vivir solo dejando por primera vez el hogar familiar, tuvo interesantes tropiezos, que me hicieron volver a viejas prácticas muy útiles para llenar vacios, y muy eficaces para lograr un aislamiento ‘social’.
Salir de este año, implica retomar viejos y aceptar nuevos compromisos, quizá el más grande, el de ser más visceral.
Como no puede faltar música, también durante este año, empecé a rondar la escena de rock platense, en donde además de locos fumados, nenas hippies (si, todavía existen!) , y berretada guarecida bajo el paraguas llamado ‘indie’, encontré grandes músicos , con producciones de calidad, de los que aquí, con un temazo de Mostruo!, les dejo una muestra.