martes, 10 de mayo de 2011

No va más...

No soy un jugador compulsivo, no voy poniendo fichas en el paño a discreción, no juego a color, ni docena y no uso martingalas, es más juego muy, pero muy pocas veces, tan pocas que las podría enumerar. Mis apuestas no han sido menores ni mucho menos mezquinas. Y siempre apuesto a pleno, porque soy ambicioso, para mí, el premio es demasiado tentador.

La ruleta está girando, la bolilla sobre ella y me di cuenta que dejé todo sobre el paño, lo bueno, lo regular y lo malo, sobre todo lo malo, pero la apuesta ya está hecha.

Como siempre, no he tenido resto, no tengo habilidad, si hasta tiro al tablero mis fichas de forma brutal, lo he dicho, muy pocas veces juego, muy pocas.

Salió cero, la casa se lleva todo y la dudas, ¿Tendría que haber puesto mis fichas de a una, estirar el juego y esperar que la suerte no me sea esquiva?, ¿Quería realmente ganar esta apuesta o tenía miedo de no saber qué hacer con el premio?, ¿Acaso, no sabía que en este casino el cilindro estaba cargado y el número al que apuesto no iba a salir?

Me quedé sin fichas y me vienen ganas de salir a robar para volver al mismo casino, a jugar al mismo número, insisto no es cualquier premio, no es tangible, no se posee, no se usa ni se desecha, se disfruta y también se sufre, si no se reinventa se extingue.

No se perder, espero aprender a jugar.




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