Con los años, terapia mediante, he logrado amansar mis paranoias. A su vez, he incursionado en prácticas que han ayudado a la percepción, tanto propia como del entorno.
Esta tarde luego de cansarme de buscar un lugar donde estacionar por la costanera sur, decidí ir a caminar con rato por calle Florida. Casi llegando a la esquina con Lavalle, viniendo desde Corrientes, noto cierta presencia cerca mío, a lo que giro la cabeza hacia atrás, veo a una mujer de unos 30 años, acompañada de un muchacho de unos 18, y se genera este pequeño diálogo:
- Yo : ¿Qué me estas choreando?
- Mujer: ¡Ah, sos argentino!, pensé que eras gringo
Ahí diviso el cierre del bolsillo de la mochila abierto, la mujer extiende el brazo, abre su mano y veo mi viejo y querido IPod…
- Mujer : Saqué esto, toma
Tomo el IPod de su mano, palmeo su brazo, y con una sonrisa le digo:
- Todo bien
Ella sonríe, sonrisa que se extiende en complicidad hacia su cómplice, y desaparecen cual espectros entre la muchedumbre que transitaba por Lavalle.
Esta tarde luego de cansarme de buscar un lugar donde estacionar por la costanera sur, decidí ir a caminar con rato por calle Florida. Casi llegando a la esquina con Lavalle, viniendo desde Corrientes, noto cierta presencia cerca mío, a lo que giro la cabeza hacia atrás, veo a una mujer de unos 30 años, acompañada de un muchacho de unos 18, y se genera este pequeño diálogo:
- Yo : ¿Qué me estas choreando?
- Mujer: ¡Ah, sos argentino!, pensé que eras gringo
Ahí diviso el cierre del bolsillo de la mochila abierto, la mujer extiende el brazo, abre su mano y veo mi viejo y querido IPod…
- Mujer : Saqué esto, toma
Tomo el IPod de su mano, palmeo su brazo, y con una sonrisa le digo:
- Todo bien
Ella sonríe, sonrisa que se extiende en complicidad hacia su cómplice, y desaparecen cual espectros entre la muchedumbre que transitaba por Lavalle.